![]() M. Verónica
Tabasso (voluntaria del proyecto) Hace exactamente 9 años, conocí la verdadera cara del CICR. Me
refiero a que todos conocemos la Institución, pero pocos tienen la oportunidad
de encontrarse frente a frente con los hombres y mujeres que construyen diariamente
su tarea solidaria. Como Periodista y Corresponsal de Guerra, me
encontraba en Medio Oriente trabajando para una editorial Madrileña. Un
accidente automovilístico cerca de Jalalabad, en Afganistán, nos puso en
contacto con voluntarios de Media Luna
Roja, quienes nos ayudaron a recibir atención médica inmediata y
gestionar nuestra vuelta. Allí fue donde, por primera vez, pude verlos en
acción. Voluntarios y profesionales
brindaban apoyo en los centros de salud y barrios afectados por los conflictos
armados, llevando medicamentos y agua a las familias que no podían movilizarse,
soportando altas temperaturas y poniendo en riesgo su salud y su vida. Mucho tiempo después de este episodio, ya de
vuelta en mi natal Buenos Aires, me encontré con un grupo de voluntarios de
Cruz Roja Argentina que estaban difundiendo el Voluntariado Virtual. Al
principio me pareció escasa la colaboración que uno podía brindar
"virtualmente", al lado de estos "héroes" que yo había
conocido en mi viaje. Pero poco a poco, fui descubriendo el verdadero valor de
esta red humana. Cada pequeño grano de
arena aportado desde las posibilidades de cada individuo, construye una enorme
estructura de apoyo necesaria para el funcionamiento global de la
institución. Comencé a participar del Voluntariado Virtual
desde mi casa, con mi PC, una webcam y muchas ganas de ayudar. Desde el Plan de
Voluntariado de Salamanca, comenzaron a llegar las tareas de difusión y
comunicación en las que yo podía participar, y fue hermoso saber que desde la otra
punta del planeta, se podía hacer una diferencia. No hacen falta grandes
sacrificios, abandonar a tu familia y cruzar el continente para poder ayudar al
prójimo. El Voluntariado Virtual permite realizar tareas de capacitación y
difusión, muy necesarias para que otras áreas de Cruz Roja puedan llevar
adelante su misión y cada vez más gente se sume a sus redes. Comprometerse a
colaborar desde las posibilidades de cada uno, por pequeñas que sean, es la
mejor forma de soñar con un futuro diferente. |