Vulnerables respecto al empleo.

No todas las personas tienen las mismas oportunidades para acceder a un puesto de trabajo. Personas desempleadas de larga duración, mujeres, personas solicitantes de asilo, personas sin hogar, quienes abandonaron el sistema educativo o tienen baja cualificación…, todas ellas son vulnerables respecto al empleo y esto aumenta su riesgo de pobreza y de exclusión social. En el caso de las personas inmigrantes no comunitarias esta vulnerabilidad y este riesgo son todavía más intensos ya que han de hacer frente a dificultades y barreras añadidas para acceder al empleo y mantenerse en él por razones de origen, cultura y desigualdad social, lo que ocasiona dificultades en sus procesos de integración en las sociedades receptoras.

Más igualdad de oportunidades.

A través de sus iniciativas de inserción laboral, Cruz Roja contribuye a: Promover oportunidades de inserción en el mercado de trabajo dirigidas a las personas que tienen especiales dificultades para encontrar un empleo. Combatir la discriminación en el acceso al mercado laboral de las personas que corren peligro de quedar excluidas bien por razones de género, bien por pertenecer a un determinado colectivo: personas inmigrantes, población reclusa, mujeres víctimas de violencia de genero, otros colectivos…

Más empleabilidad.

Detrás del término “inmigrante” o de expresiones como “dificultad social” hay personas que pueden contribuir, a través de sus capacidades, al desarrollo de nuestra sociedad. A través de la orientación laboral, la formación y la intermediación con empresas y empleadores particulares, Cruz Roja refuerza las competencias personales y profesionales de estas personas, y potencia su empleabilidad. Con todo ello se mejoran sus posibilidades de acceder a un empleo en igualdad de condiciones.

Más inclusión social.

Hoy en día, la precariedad, la pobreza y la exclusión son consecuencia y causa de muchas de las desigualdades existentes en nuestra sociedad. En las actuales sociedades occidentales, el desempleo es un factor de exclusión social, mientras que el acceso a un empleo de calidad constituye una de las principales puertas hacia la integración social. Por este motivo, Cruz Roja desarrolla iniciativas de inserción laboral dirigidas a las personas más alejadas del mercado de trabajo, contribuyendo así a la lucha contra la exclusión social y a la construcción colectiva de una sociedad cada vez más justa y cohesionada.

Reforzar aquello que es necesario.

En muchas ocasiones, las dificultades de una persona para acceder o mantenerse en el mercado de trabajo están concentradas sólo en un aspecto o área concreta. Puede tratarse de desconocimiento del idioma, de una falta de alguna competencia o habilidad requerida por el mercado de trabajo, una baja cualificación profesional, la falta de uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación… Con las personas que se encuentran en esta situación, Cruz Roja desarrolla diferentes actuaciones en las que se aborda de manera específica aquella dificultad que puede estar impidiendo el acceso al empleo de una persona en situación de desventaja social y/o que, por diferentes motivos, es objeto de prácticas discriminatorias.

Construir la confianza en el “yo puedo”.

Cuando en una persona confluyen diferentes factores de discriminación y/o desigualdad suele decirse que “está muy alejada del mercado laboral”. Se trata de personas con las que es necesario profundizar no sólo en cuestiones como el dominio del idioma o la adquisición de una determinada cualificación. También hay que abordar aspectos que tienen que ver con la autoestima, la visión que la persona tiene de sí misma, sus expectativas… Son especialmente vulnerables respecto al empleo, y con ellas el trabajo de persona a persona se hace especialmente importante. Inserción laboral para mujeres en dificultad social

Trazar un camino propio.

Algunas personas tienen dificultades para acceder o mantenerse en el mercado de trabajo que van más allá de un aspecto concreto. Por este motivo es necesario desarrollar diferentes actuaciones interrelacionadas cuyo objetivo común es la incorporación laboral, generalmente, por cuenta ajena. Trabajando conjuntamente con las y los técnicos de Cruz Roja, la persona lleva adelante un proceso durante el cual mejoran progresivamente tanto sus posibilidades de empleo como sus competencias y capacidades para acceder a un puesto de trabajo. Las actividades realizadas se enmarcan en todas las fases del itinerario: activación, formación, orientación e intermediación. Además las personas pueden acceder a medidas complementarias de acompañamiento social.

Emprender significa que soñar es posible.

Muchas personas no han llegado a plantearse la posibilidad de desarrollar sus iniciativas para poner un negocio, por desconocimiento o por el temor que genera el iniciar una actividad por cuenta propia. Sin embargo, el autoempleo es una vía para que muchas personas inmigrantes y/o en situación de dificultad social eviten los obstáculos a los que, con frecuencia, han de enfrentarse para encontrar un trabajo por cuenta ajena. Es también una opción de progresar en el mercado laboral para aquellas personas que tienen empleos precarios o se encuentran en sectores económicos no ligados a su trayectoria profesional. En ambos casos el apoyo y asesoramiento, técnico y económico, son mucho más que una ayuda: son la condición que puede convertir en realidad una idea, una ilusión…

Encontrar nuevos horizontes.

En nuestra sociedad son muchas las personas que aún estando en el mercado laboral, tienen un empleo que no les garantiza una integración social efectiva porque está en situación de precariedad laboral, subempleo, economía sumergida… En estos casos la protección es muy escasa, o nula, por lo que estas personas sufren de manera intensa la entrada y salida del mercado laboral, la concentración de empleo en unos sectores económicos determinados y ocupaciones de muy baja cualificación, consecuencia de prácticas discriminatorias por razón de origen, sexo y edad. A todas ellas, las acciones de empleo de Cruz Roja les ofrecen la oportunidad de mejorar su situación en el mercado de trabajo.

Las barreras no existen; las creamos.

Estereotipos, prejuicios, infravaloración y olvido social, prácticas discriminatorias, desconfianza, recelo…, son sólo algunas de las barreras presentes en nuestra sociedad y que, de forma más o menos abierta, obstaculizan el acceso y/o el mantenimiento en el empleo de las personas con más dificultades de inserción laboral. Promover la igualdad de oportunidades y de trato en el acceso al empleo es una de las estrategias fundamentales para que, poco a poco, estas barreras sean cada vez más débiles, lo que a su vez ayudará a convertir en realidad un mercado de trabajo abierto a todas aquellas personas que quieran y puedan trabajar.