La Cooperación al Desarrollo es un proceso por el cual las comunidades, las familias y las personas llegan a ser más fuertes y puedan disfrutar de vidas más plenas y productivas.

Este concepto establece con claridad el protagonismo de las familias beneficiarias y tiene un enfoque esencialmente participativo, puesto que el fin último es promover la autosuficiencia de las poblaciones beneficiarias.