La región sudanesa de Darfur vive un conflicto
armado de complejo origen y evolución que ha convertido
los pueblos de la zona en lugares peligrosos donde cualquier
civil puede encontrar la muerte.
Las víctimas se cuentan ya por decenas de
miles. Los desplazados suman más de dos millones,
instalados en asentamientos o campos de refugiados.
Sin poder volver a sus hogares, sin ni tan siquiera poder
alejarse unos metros de los campos, los refugiados, en su
mayoría mujeres y niños, sobreviven absolutamente
dependientes de las organizaciones humanitarias, que desarrollan
su labor en condiciones de alto riesgo.
En Darfur, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y
la Media Luna Roja lleva a cabo la mayor operación
humanitaria de los últimos tiempos, sumando esfuerzos
y coordinando sus funciones con las diversas entidades humanitarias
presentes en la zona.
Cruz Roja Española, por ejemplo, se responsabiliza
de dotar de agua y saneamiento a 150.000 desplazados, de
la atención primaria de salud para las 100.000 personas
de los campos de Kalma y Beleil y de la coordinación
de la acción humanitaria en los campos de Abushok,
Zam Zam, Kassad y Fataborno. Además, atiende y forma
a niños y niñas de la calle de Nyala.
A pesar de la falta de seguridad, Cruz Roja se mantiene
cerca de los desplazados, hasta que puedan volver a sus
casas y recuperar su autonomía. |