Explicar
la actual situación no es fácil. La violencia
ha estado presente en Sudán durante toda su historia.
De la independencia en 1956, directamente a una guerra civil
larga y sangrienta entre norte (musulmán) y sur (cristiano
y animista). Antes de alcanzar la paz en 2004, grupos armados
se alzan en armas en la región de Darfur (noroeste
del país) contra el gobierno central de Jartum, en busca, según
defienden, de mayor autonomía y control sobre los
recursos y desencadenando un conflicto interno con consecuencias
devastadoras para la población civil.
El reto de la convivencia de más de 80 tribus
muy diferentes entre sí, unas sedentarias y otras
nómadas, en un área pobre y casi desértica
está en el fondo de este conflicto en el que algunos
expertos ven un precedente de las crisis que tendrán
lugar en un futuro, cuando las condiciones de vida en la
tierra se hagan más difíciles a causa del
cambio climático. |