El concepto de realidad virtual no es un concepto nuevo. Llevamos mucho tiempo escuchando hablar de estas dos palabras que a priori parecen antagónicas. Sin embargo, la primera vez que se usó este concepto fue en el año 1965.
En este año, Ivan Sutherland nos planteó la siguiente reflexión: "La pantalla es una ventana a través de la cual uno ve un mundo virtual. El desafío es hacer que ese mundo se vea real, actúe real, suene real, se sienta real." Así, 50 años después, ese sigue siendo el desafío. Es decir, sumergir al usuario en un mundo alternativo, envolviéndolo en la historia y permitiéndole interactuar con el entorno. En esos 50 años se han hecho muchos avances en este campo, por ejemplo en el mundo de la aeronáutica, introduciendo simuladores de vuelo. También se han desarrollado experiencias en la esfera de los videojuegos, aunque éstos han estado algo alejados del usuario de a pie... ¡hasta hoy!.
¿Qué es lo que ha revolucionado el mercado y ha hecho que esta tecnología llegue a cualquier persona? Esta pregunta se responde prestando atención a dos elementos clave: en primer lugar, al desarrollo de la tecnología móvil y de los diferentes sensores que tienen casi todos nuestros smartphones (giroscopio, acelerómetros, etc), lo cual convierten a un simple móvil junto a unas lentes más o menos sofisticadas en una puerta abierta hacia el mundo virtual. En segundo lugar... ¡alguien con nombre propio! Palmer Luckey. Este joven (¡tiene ahora 24 años!), convencido de que la tecnología actual es la idónea y financiándose a través de crowfunding consiguió producir un casco de realidad virtual, al cual llamó Oculus. Este casco, de una calidad notable, ha conseguido llamar la atención de toda la industria, abriéndose el camino a reflexiones sobre el mundo de posibilidades que este nuevo planteamiento ofrece.
Además de esto, es necesario puntualizar que existe otra opción en la línea de la realidad virtual. ¿Hay más? ¡Sí! Nos referimos a la realidad aumentada.
La realidad aumentada es la que se emplea para definir una visión a través de un dispositivo tecnológico, directa o indirecta, de un entorno físico del mundo real. En esta visión los elementos reales se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta en tiempo real. ¿Suena complejo? ¡En realidad es más sencillo de lo que parece! Imagina que estás buscando una calle a través de tu móvil. Realidad aumentada sería lo que te puede ofrecer un programa que, al identificar dónde te encuentras a través de la cámara de tu teléfono, hiciese aparecer unas flechas que indicasen por dónde deberías andar para llegar a tu destino. En otros contextos, por ejemplo, podríamos recurrir a la realidad aumentada para que apareciese una advertencia de peligro a un operario que trabaja en un entorno peligroso a través de unas gafas especiales o... por ejemplo, ¡cuando nos encontramos un pokémon en el parque más recóndito de nuestro pueblo!