Colaboración
A pesar de la prohibición de recurrir a la fuerza armada en las relaciones internacionales, establecida en la Carta de las Naciones Unidas, la humanidad no ha logrado liberarse del flagelo de la guerra.
Los conflictos armados, la violencia indiscriminada y los actos de terror siguen amenazando la integridad física y la seguridad de un sinnúmero de personas y minando los esfuerzos desplegados para lograr una paz y una estabilidad duraderas en el mundo.
Ahora bien, desde los primeros conflictos armados surgieron reglas humanitarias nacidas de la guerra misma, que se consolidaron como costumbres internacionales o "usos de guerra". Modernamente, los Estados elaboraron Convenios Internacionales para proteger a las víctimas de los conflictos armados.
Así, cuando se inicia una guerra o conflicto armado (internacional o interno), o se ocupa un territorio de otro Estado, se deben aplicar plenamente las normas del Derecho Internacional Humanitario, en todas las circunstancias y sin distinción desfavorable alguna basada en la naturaleza o en el origen del conflicto.
En consecuencia, desde el comienzo de la lucha armada deben cumplirse los Convenios de Ginebra y otras normas del Derecho Internacional de los Conflictos Armados, que protegen a las víctimas de la guerra contra los efectos de las hostilidades.
Estas reglas tienen la consideración de un código de conducta y de normas de obligado cumplimiento para todos los miembros de las Fuerzas Armadas; en particular, los militares que participen en una operación de paz o misión humanitaria fuera del territorio nacional están obligados a respetar las normas y principios del Derecho Internacional Humanitario.
Conforme a lo dispuesto en estas mismas normas humanitarias, el Gobierno de España se ha comprometido a difundir lo más ampliamente posible, tanto en tiempo de paz como en situación de conflicto armado, los Convenios de Ginebra y sus Protocolos. Especialmente, a incorporar el estudio de su contenido en los programas de instrucción y formación militar.
La Cruz Roja se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias (Principio de Humanidad). Por ello, uno de los primeros fines de nuestra institución es la difusión y enseñanza del Derecho Internacional Humanitario, desde su secular colaboración con las Administraciones Públicas, como se destaca en los artículos 1 y 2 del Real Decreto 415/96, por el que se establecen las normas de ordenación de la Cruz Roja Española.
La Cruz Roja comparte la convicción de que el conocimiento de las normas humanitarias contribuye de manera esencial a su cumplimiento. Esta tarea se lleva a cabo a través del Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario (CEDIH), con una dilatada experiencia docente en la materia.
Profesionales de la Cruz Roja Española han colaborado con el Ejército de Tierra como asesores en el ámbito humanitario de diversas maniobras, especialmente en las conjuntas con ejércitos extranjeros. Cruz roja también ha impartido cursos de DIH a fuerzas armadas españolas antes de iniciar operaciones de paz o humanitarias fuera del territorio nacional.
Por otra parte, las publicaciones del Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario (CEDIH) de la Cruz Roja Española y diverso material didáctico han servido con frecuencia para la formación de militares españoles en Derecho Internacional Humanitario.
La colaboración de las Fuerzas Armadas y el Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario también ha sido reflejada en una serie de publicaciones orientadas a facilitar a todo militar, especialmente a los que tengan la responsabilidad de planear y dirigir, el conocimiento y la aplicación del Derecho de los conflictos armados.