

El amor es difícil de definir y, aunque no podemos darte una definición concreta, pensamos y sabemos que el amor es cuidar, confiar, respetar, sentirse libre de ser uno mismo...
¿Y dónde empieza el amor? En ti.
Lo primero y lo más importante al hablar de amor es ser consciente de que no se puede amar a otra persona si no sabemos amarnos a nosotros mismos. Lo más importante es el amor propio. No olvides eso. Quererte a ti de forma sana para poder querer a los demás.
Aquí va un ejemplo para que lo entiendas mejor: A un amigo le falta dinero y desearías darle el dinero para que pudiese estudiar eso que siempre ha soñado, pero…de esa forma tú no tienes dinero entonces para estudiar, ni para hacer la compra mañana. ¿Cómo vas a dar algo que a ti te falta?
No profundizaremos ahora en este tema, pues ya hemos hablado con mayor profundidad en el bloque 1, en el apartado sobre Salud Mental.
El amor nos rodea, está por todas partes: personas besándose en los bancos del parque, parejas paseando de la mano, las tramas románticas en las películas… Crecemos observando cómo el amor está ahí, cómo pasa muy cerca de nosotros y vivimos deseando encontrarlo.
Lo primero… ¡no hay prisa! Cada persona tiene sus tiempos... puedes encontrar a tu persona a los 16, a los 30 o a los 70, puedes enamorarte de nuevo o no enamorarte nunca...NO-HAY-REGLAS.
Segundo… ¡llegará cuando menos lo esperes! Sabemos que es la típica frase de consuelo de amigo, pero ¡es verdad! El amor no debe ser buscado, ni existen las medias naranjas... ¡tú ya estás completo!
Y tercero… siento decirte que ese amor que nos venden no es real. ¿Por qué?
- El amor verdadero no es fácil. Por ejemplo: Como hemos mencionado, el amor implica ser tú mismo y eso significa que no tienes que cambiar para gustarle a nadie. Esto se complica en la práctica, porque si en muchas ocasiones es difícil estar con uno mismo, imagina estar con otra persona. Los conflictos pueden surgir y en la manera de afrontarlos está la calidad del amor.
- No siempre sale como esperamos. Hay veces que las relaciones no funcionan y… ¡no pasa nada! Si te has enamorado y ves que no está funcionando, a veces el amor propio debe ganar al amor hacia otra persona. Es parte de la vida tomar decisiones duras pero necesarias y dejar ir a personas importantes para ti. De hecho, hay personas que pasan por nuestra vida de manera temporal y que nos enseñan algo, para luego irse. Y eso está bien. No tengas miedo, porque vendrán otras personas. Aceptar esto y vivirlo también es crecer.
Como hemos comentado, definir el amor no es nada fácil. Más sencillo es definir que NO ES AMOR. Todo lo que sea negativo, aquello que te haga sufrir, que te limite o que haga que no seas tú mismo... NO es amor.
Hay límites que son infranqueables.
El amor no tiene por qué aguantar todo.
El amor implica respeto y cuidado y, todo lo que sobrepase tu libertad, deja de ser amor y comienza a ser tóxico e insano, pudiendo derivar en violencia física o sexual, digital y/o psicológica.
Hay ciertos comportamientos que pueden ser una manifestación de violencia de género, tales como humillarte, insultarte, gritarte, aislarte de tus relaciones con amigos y familiares, controlarte, amenazarte o agredirte física o mentalmente, o forzarte a mantener relaciones sexuales no consentidas. Este tipo de comportamientos, que quizá te puedan parecer muy extremos, pueden empezar con otros más leves, como pueden ser los celos, el control de tus redes sociales y de tu estilo de vida y el miedo que te pueda provocar ser completamente tú ante esta persona.
Si en tu relación o en una relación de tu entorno hay algunas de estas actitudes debes vigilarlas y actuar. ¿Cómo? Cuéntaselo a otras personas de confianza y pide ayuda. En el caso de que se trate de otra persona anímala que pida ayuda.
Recuerda que puedes llamar gratuitamente al número de Atención a Víctimas de Violencia de Género, el 016 y si eres menor de edad puedes llamar a ANAR, Atención a Niños y Adolescentes en Riesgo, 900 20 20 10.
También, puedes descargarte la App “Libres” que dispone de información para saber cómo actuar ante tales situaciones de violencia de género.
Te recomendamos...
Leer Nada de Carmen Laforet y El cuento de la criada de Margaret Atwood (también hay serie de esta última, y ha tenido mucho éxito).
La violencia nunca está justificada.
Quien te quiere, te cuida. No lo olvides.
Para empezar, hay que tener en cuenta algunos conceptos: Identidad de género, orientación sexual, sexo biológico y expresión de género. Quizá todas te suenen parecido, pero espera a comprobar lo que se esconde detrás de cada una de ellas. Para entenderlo mejor, vamos a plasmarlo con un monigote:
Aclaración: Este esquema refleja cómo se entiende en Occidente. No hay esquemas preconcebidos y, por tanto, no tienes que sentirte parte de ninguno de los grupos a continuación mencionadas. Sin embargo, sí que es cierto que, saber la diferencia entre estos términos y aplicarlos en nuestra vida nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás.
Esto no es una manera de complicar las cosas, sino que se trata de una realidad con la que convivimos todos y todas. Somos resultado de todas estas características, combinándolas de manera diferente en cada persona.
Identidad de género
Transgénero ———— Cisgénero
El sol representa la identidad de género, es decir, cómo vives tu género, el concepto de ti mismo en relación con tu fenotipo sexual (si tienes pene o vagina).
Puede corresponder o no con el sexo del nacimiento, lo que define los términos transgénero y cisgénero. Pongamos dos ejemplos:
- Mi nombre es Lucía y nací con vagina. Además, me siento mujer.
- Soy cisgénero, pues coinciden mi identidad de género y mi fenotipo sexual.
- Mi nombre es Óscar y nací con vagina. Además, me siento hombre.
- Soy un hombre con vagina, transgénero, pues no coinciden mi identidad de género y mi fenotipo sexual.
Es decir, lo que tengamos entre las piernas no define lo que somos. Por eso es un “además” y no un “por tanto”.
¿Sabías que...
“Transgénero” y “transexual” NO son lo mismo? Transgénero es esta no-correspondencia entre fenotipo sexual e identidad de género y la transexualidad va un paso más allá, pues supone el cambio de fenotipo sexual para que se corresponda con la identidad de género.
Hoy en día, ambas realidades están aceptadas en España y cada vez se va avanzando más en este aspecto, aunque es cierto que queda mucho camino por recorrer.
Orientación sexual
Heterosexual —— Asexual —— Pansexual —— Bisexual —— Homosexual
El corazón representa la orientación sexual, es decir, por quién me siento atraído sexual o emocionalmente.
- Las personas heterosexuales son aquellas que se sienten atraídas por otras del sexo contrario. Por ejemplo: Hombre - Mujer.
- Las personas asexuales son aquellas que no se sienten atraídas por ningún sexo.
- Las personas pansexuales son aquellas que se sienten atraídas por todo tipo de género: femenino, masculino y no binario.
- Las personas bisexuales son aquellas que se sienten atraídas tanto por hombres como por mujeres.
- Las personas homosexuales son aquellas que se sienten atraídas por su mismo sexo. Por ejemplo: Mujer - Mujer; Hombre - Hombre.
¿Sabías que...
El término LGTBIQ+ responde a las palabras Lesbiana, Gay, Bisexual, Trans, Intersexual, Queer y otros colectivos (+)?
En todo este esquema, hay infinitos huecos en los que te puedes encontrar, o no. No todo es blanco o negro, hay una gran escala de grises.
Hoy en día el amor es tan libre, que puede no dársele nombre ni atarlo a ningún concepto.
Sexo biológico
—— Intersexual ——
La nube representa el sexo biológico, es decir, lo que tenemos entre las piernas al nacer. De manera muy básica podemos decir que el sexo biológico nos separa en “machos” y “hembras”, aunque esto no suene especialmente bien.
¡Cuidado! No hablamos aún de “hombre” y “mujer” porque esto ya implica hablar de género (lo primero que hemos analizado). Por tanto, lo que tenemos al nacer es el sexo biológico y lo que se espera de nosotros como hombre o como mujer es la identidad de género, que es lo primero que hemos analizado. Como dijo Simone de Beauvoir “no se nace mujer, se hace mujer”.
Sin embargo, hay personas a quienes no se les asignan los sexos binarios tradicionalmente establecidos “macho” y “hembra”, porque tienen características biológicas de uno y otro sexo, ya sea por su anatomía, cromosomas u hormonas. Estas personas son intersexuales.
Expresión de género
Masculino ——— Andrógino ——— Femenino
La expresión de género se corresponde con la forma en la que expresamos nuestro género, es decir, con las características externas: cómo vestimos, cómo hablamos, cómo nos expresamos... En definitiva, cómo me presento y muestro ante los demás.
Esto puede variar entre masculino, femenino o andrógino, que sería la mezcla de ambos.
Por ejemplo: Ruby Rose (si te gusta Orange is the new black te sonará más aún) o David Bowie (si te gustan los clásicos del rock) tienen una expresión de género andrógina.