

Si estás leyendo estas líneas es porque tienes curiosidad o estás interesado en la donación de precursores hematopoyéticos. Por ello, ya podemos darte las gracias.
En las próximas líneas intentaremos resumir lo más importante sobre el tema, pero te recomendamos y animamos a que amplíes la información todo lo que creas necesario. ¿Dónde?
En tu Centro de Atención Primaria, tu Centro Hospitalario o en webs de referencia como la Fundación Josep Carreras o en la nueva iniciativa Unmatchxunavida.
La médula ósea es un tejido que se encuentra en los huesos. Contiene células madre, unas células muy especiales caracterizadas por la capacidad de convertirse en cualquier otra, entre ellas, las células sanguíneas: glóbulos blancos, rojos y plaquetas.
Muchas enfermedades son consecuencia de la producción baja, excesiva o anómala de estas células. Un tratamiento potencialmente curativo para estas es la donación de precursores hematopoyéticos, que consiste en la sustitución de las células enfermas del paciente por las sanas del donante.
Realmente es muy sencillo. ¡Coge papel y boli! Lo primero, debes revisar que cumples los siguientes requisitos :
- Tener entre 18 y 40 años (realmente se puede ser donante hasta los 60 años, pero actualmente se ha reducido la edad de inscripción porque los donantes jóvenes son los más solicitados y los que dan mejores resultados)
- Pesar más de 55 kilos.
- Descarga el consentimiento informado (un papel que deberás firmar donde confirmas tu interés por ser donante) y el impreso de registro (otro papel que contendrá tus datos personales). Te los dejamos AQUÍ.
- Acércate a tu centro de donación más cercano (con los documentos). Allí te indicarán cómo rellenarlos y te sacarán una muestra de sangre para el registro.
Si los cumples, ¡vamos a por el siguiente paso… la inscripción!
En unas semanas recibirás la confirmación del REDMO (Registro de donantes de médula ósea)
¡Ya estás disponible para ser donante si alguien de cualquier parte del mundo te necesita! ¡Sí, de cualquier parte del mundo!
La donación es UNIVERSAL.
Seguro que te preguntarás… ¿por qué yo? Que seas tú y no otra persona se debe a la compatibilidad inmunológica entre el donante y el receptor.
Este es un tema un poco más complicado de explicar (¡investiga, investiga, investiga!), pero quédate con la siguiente idea: no todos podemos ser donantes de todos. Nuestro sistema inmunitario es tan preciso que detecta cualquier cambio o elemento desconocido y tiende a destruirlo. Al cambiar las células enfermas de una persona por las sanas de otra debemos buscar aquellas que sean más parecidas para que esto no suceda.
El siguiente paso es… la donación. ¡No dudes y no tengas miedo! No duele ni es peligroso.
Optarás a varias formas de donación:
- Sangre periférica: Extracción sanguínea (un análisis “de toda la vida”) tras la administración de 4-5 inyecciones subcutáneas de los llamados “factores de crecimiento” que sirven para pasar las células madre de la médula ósea a la sangre.
- Médula ósea: Extracción de sangre medular de las crestas ilíacas. Es un procedimiento bajo anestesia general o epidural que requiere ingreso hospitalario de 24 horas.
Existe otra técnica más nueva que está ofreciendo resultados muy satisfactorios: la donación de sangre de cordón. Es una opción para toda mujer embaraza sin enfermedad infecciosa que quiera ser donante. Es interesante porque estas células pueden conservarse en el banco de sangre de cordón (situado en Galicia) y recurrir a ellas si alguien las necesita.
La médula se regenera completamente unas semanas después de la donación. Por ello… ¡puedes volver a donar sin problema! Es posible que las personas que reciben un trasplante de médula puedan requerir una segunda donación tiempo después. Por ello, aprovechando la suerte de que fueses compatible con él o ella, se te “bloquea” un tiempo en el sistema de donantes.
Te invitamos a que sigas informándote sobre el tema! ¡Anímate!
Es gratuito, no duele, no es peligroso, es anónimo, universal y, lo más importante… ¡puedes salvar una vida!