No te dejes de lado cuando más te necesitas.

Si te duele la cabeza o te rompes una pierna…acudes a tu médico, ¿verdad? pero, si no tienes bienestar emocional…¿también consultas por ello? Las enfermedades mentales siempre fueron un tema tabú, algo que esconder o de lo que sentir vergüenza, pero ¡no debe ser así!

¿Quién no ha tenido una mala racha? ¿Quién no se ha sentido sobrepasado por alguna situación de su vida? ¿Quién no ha sentido desmotivación, ansiedad o desilusión alguna vez?

¡Todos!

Los cantantes Justin Bieber o Ariana Grande; los futbolistas David Beckham y Neymar...también van al psicólogo y seguramente mucha gente que conoces también. Por ello, debemos normalizar acudir a profesionales que cuiden nuestra salud mental y nos ayuden a encontrar estabilidad y bienestar emocional. ¿Quiénes son estos profesionales? Son equipos multiprofesionales cuyos profesionales de referencia son el psiquiatra y el psicólogo pero también hay enfermeras, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales.. Conforman un equipo y por ello, distinguir a qué se dedica cada uno es un poco difícil...pero, para que nos entendamos:

El psiquiatra diagnostica, es decir, descubre qué te pasa y a qué se debe, y si necesitas medicación es el encargado de dártela.

El psicólogo trata, es decir, te ayuda a solucionarlo gracias a la psicoterapia.

La actividad física presenta muchísimos beneficios: previene enfermedades, nos ayuda a estar y sentirnos más ágiles, mejora nuestro estado mental (aumenta la satisfacción con nuestro cuerpo, reduce la ansiedad, el estrés, el riesgo de depresión…), ayuda a mejorar la calidad del sueño, mejora nuestra capacidad cognitiva, fomenta la integración social...

Te recomendamos...

Las películas “Loco por ella” y “Toc-toc” que tratan algunos de los trastornos mentales más frecuentes en nuestro entorno desde una perspectiva muy cariñosa y divertida. ¡Gracias por la visibilidad!


Joaquín Salvador Lavado Tejon, Quino.


“Lo siento, pero soy así”...Seguro que lo has escuchado muchas veces o incluso lo has dicho, pero... ¿Sabes por qué eres como eres?, ¿sabes por qué actúas como actúas, piensas como piensas o reaccionas como reaccionas? No te preocupes si no sabes responder, no es nada fácil. Te proponemos un ejercicio. Coge papel y un boli. ¿Ya?
Escribe todas las emociones y sentimientos que conozcas (¡En el siguiente apartado encontrarás muchos!) Cuando acabes, elige uno y responde poco a poco a las siguientes preguntas:

¿he sentido esto alguna vez?,
¿lo siento a menudo o hacemucho que no lo siento?,
¿por qué lo sentí?,
¿qué h ice?
¿por qué reaccioné así?,
¿se lo conté a alguien?,
¿lo exterioricé de alguna forma?...

Haz lo mismo con los demás…¡no tengas prisa! Así irás encontrando las respuestas a las preguntas que te planteábamos más arriba.

Conociéndote a ti mismo podrás entenderte y aumentar tu “autoestima” (quererte tal y como eres, valorar más tus logros, priorizarte...). Estos son los primeros pasos para conseguir ese bienestar emocional que es crucial para llevar las riendas de tu vida, contribuir a la sociedad trabajando de forma efectiva y cultivar tus relaciones; “cuídate a ti mismo para poder cuidar a los demás”. Además, como hemos visto en el capítulo 1, la salud física está ligada a la salud mental.

“Mens sana in corpore sano.”
=
“Mente sana en un cuerpo sano.”

Tus sensaciones y pensamientos son intrusivos, generan emociones.
Esa experiencia emocional dictará tu conducta en futuras situaciones.

Te lo explicamos con un ejemplo: Si suspendes un examen podrías pensar “no sirvo para esto”, “esto no se me da bien”, “nunca voy a ser capaz”...(a todos nos ha pasado). Esto puede conllevar que sientas inseguridad y miedo las próximas veces que te presentes a una evaluación y ¡no debe ser así!

Por ello, debes ser crítico con tus interpretaciones y aprender a relativizar, es decir, darle a cada cosa la importancia que merece. Suspender un examen no significa nada, no eres peor alumno ni serás peor profesional por ello. No has fracasado. Nadie va a pensar que no eres capaz por no haber llegado al aprobado. ¡Es solo un examen! ¡No es tan importante! ¡Confía en ti! Si no lo consigues tú solo pide ayuda a tu entorno (pueden ser tanto profesores como compañeros de trabajo), y a grandes profesionales dispuestos a ayudarte.

¡Nadie es perfecto! Es importante hacer “autocrítica”.

¿Eres la mejor versión de ti mismo? ¿Eres quién quieres ser?
Si tu respuesta es sí, ¡felicidades, sigue así! Si tu respuesta es no…no te preocupes, ¡TIENES TODAS LAS HERRAMIENTAS para introducir pequeños cambios en ti si crees que hay algún aspecto que quieres mejorar!

Si no lo consigues tú solo…¡ya sabes qué hacer!

Aparta lo que no te aporta.

Ya lo dijo Aristóteles (¿te suena? es un gran filósofo de…¡hace más de 2400 años!)...los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, es decir, necesitamos del contacto y la relación con otros para nuestra máxima realización. Sin embargo, hay veces que las relaciones nos hacen más mal que bien... y es a lo que llamamos relaciones tóxicas o relaciones destructivas. Estas no existen solo entre parejas, también entre amigos, familia, compañeros de trabajo....


Y te preguntarás…¿cómo identifico si una relación es tóxica? Suelen tener muchas cosas en común:

  1. ¿Siempre encuentras razones por las que no acabar con esa relación? Puede que esto sea porque tienes cierta dependencia de la otra persona.

  2. ¿Tienes que dar demasiadas explicaciones o pedir permiso? Puede que esto sea porque no es una relación libre y existe desconfianza.

  3. ¿Demasiadas discusiones? Puede deberse a la falta de entendimiento.

  4. ¿No te reconoces? ¿Te sientes cansado, bajo de ánimos, con menos fuerza…? Puede que la relación te esté desgastando.

  5. ¿No te sientes demasiado apoyado en tus ilusiones y decisiones? ¿No sientes demasiado reconocimiento por la otra persona hacia tus esfuerzos y tus logros? ¿Sientes que siempre cedes tú?

¡RECUERDA! Cualquier relación debe hacerte sentir LIBRE, INDEPENDIENTE y debe tener como pilares fundamentales la COMUNICACIÓN, el RESPETO, la TOLERANCIA, la CONFIANZA, el APOYO y el ORGULLO mutuo.


“De mayor quiero ser feliz”
¿Qué es para ti la felicidad?
En nuestra sociedad encontramos un anhelo de alcanzar la felicidad total. Creemos que tener “cuerpazo”, mucho dinero, un buen trabajo o irnos de vacaciones a la otra punta del mundo nos hará felices completamente. Te contamos un secreto...la felicidad total no existe y no se encuentra en esas cosas que todos pensamos. Aunque suene cursi, la felicidad se encuentra en saber apreciar las pequeñas cosas cotidianas, como tomarte unas pipas con tu mejor amigo en un banco, dormir junto a la persona que quieres o disfrutar de tu trabajo.
Carpe diem, vive el momento.

Las emociones son las sensaciones o reacciones que tenemos de forma automática durante una situación concreta. Por ejemplo, la ira durante una discusión con un amigo.

Los sentimientos son sensaciones más duraderas y requieren reflexión. Por ejemplo, “disfruto mucho al comer tarta de chocolate”, sabes que es así aunque no estés comiendo tarta de chocolate en ese mismo momento.

Te recomendamos...

El cuento “Los sentimientos juegan al escondite” un cuento que se cree que pertenece al escritor uruguayo, Mario Benedetti. Es muy corto y seguro que te gustará.


El estado de ánimo es la forma en que nos sentimos de forma más continuada. Es más intenso y prolongado que los sentimientos. Por ejemplo, la tristeza por haber perdido a un ser querido. Todos tenemos las tres, forman parte de nuestra naturaleza. Sin embargo, a veces interfieren en nuestra vida hasta poder provocar malestar personal o problemas en nuestra vida social, académica, laboral, familiar...es entonces cuando se han convertido en un trastorno y es el momento de pedir ayuda.

A continuación vamos a comentar algunas emociones y sentimientos. Sigue leyendo.

Te recomendamos...

Inside Out o Del Revés (en español), de Disney Pixar. Es muy divertida y para todas las edades. ¿Noche de peli y palomitas?


  1. ¿Es mi miedo real? ¿Lo que siento son nervios o ansiedad?

  2. El miedo es esa sensación de que se nos acelera el corazón, se nos seca la boca y empezamos a sudar… Es una emoción incómoda, pero protectora, es decir, es un mecanismo instintivo de defensa que nos hace estar muy alerta y escapar o evitar los peligros. Por ejemplo, correr si un coche se acerca demasiado rápido mientras cruzamos por un paso de peatones.

    Eso sí, es importante distinguir entre el miedo ante un peligro real y el miedo ante un peligro irracional, sin importancia, imaginario o desproporcionado. En este caso ya es una reacción que paraliza y dificulta tu vida.

    La ansiedad funciona de manera parecida al miedo y están estrechamente conectados. En su justa medida es también un mecanismo de defensa que determina nuestro estado de alerta. Por ejemplo, sentir cierta ansiedad ante un examen importante demuestra que le das importancia y además, te mantendrá muy concentrado. Es esa sensación de ¡qué nervioso estoy!

    Sin embargo, llega un punto en que esos “nervios” se convierten en una sensación incapacitante que te mantiene inquieto, tenso y agobiado todo el día; que no te deja dormir; que te genera inseguridad y temor a perder el control o incluso se manifiesta en forma de “ataque de ansiedad”...si esto ocurre se encuadraría dentro de los trastornos de ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, fobias, trastornos del pánico…).

  3. ¡Qué estrés!

  4. Es una reacción adaptativa. Por ejemplo, imagina que tienes una entrevista de trabajo importante o que estás en pleno periodo de exámenes. ¡En estos casos el estrés es completamente normal! El problema viene cuando se convierte en un trastorno desadaptativo. Esto ocurre cuando esa sensación de estrés no desaparece al irse el estímulo que la producía, es decir, seguir sintiéndote estresado mucho tiempo después de que la entrevista haya pasado o el periodo de exámenes haya acabado.

  5. ¡Qué rabia!

  6. La rabia se caracteriza por una expresión agresiva. Socialmente sirve para mostrar nuestra desaprobación ante una situación para que la otra persona cambie su conducta. Sin embargo, no debes abusar de este método, ya que puede crearte un malestar emocional continuo. Por ello, es especialmente importante potenciar la comunicación y aprender a perdonar.

    Te recomendamos...

    El sorprendente propósito de la rabia: más allá de la gestión de la rabia: descubrir el regalo. Este libro es del psicólogo Marshall B. Rosenberg.


  7. Estoy triste...
  8. Al igual que tienes muchos momentos de alegría, también hay veces que te sientes triste. Y, como ya hemos comentado con otras emociones... la tristeza en su justa medida es normal. Por ejemplo, tras la muerte de un ser querido es natural sentirse triste, y es lógico que esta sensación dure más tiempo hasta adaptarnos a una la situación.Sin embargo, si esa tristeza es continua, dura mucho tiempo, va en aumento, te limita en tu vida diaria...estaría dentro de los trastornos del ánimo.

    Te recomendamos...

    Cuentos para pensar de Jorge Bucay. El escritor relata…. “la tristeza y la furia se bañaron en un estanque tras quitarse sus vestimentas y la furia, como es ciega, al salir se puso la ropa de la tristeza y se fue. Así, la tristeza, al salir, se puso la ropa de la furia, porque no le gusta estar desnuda. Desde entonces se dice que muchas veces uno se encuentra con la furia ciega y enfadada, pero si miramos bien, encontramos que detrás del disfraz de la furia, en realidad está escondida la tristeza.


  9. No me sale nada bien — Frustración.
  10. Así que nadie te dijo
    que la vida iba a ser así.
    Tu trabajo es un chiste, estás arruinado,
    y tu vida amorosa está muerta.
    Es como si siempre estuvieras atascado
    en segunda marcha.
    Oh, no ha sido tu día,
    ni tu semana, ni tu mes, ni siquiera tu año.

    Te sientes identificado con esta canción? Es una traducción de la letra de “I’ll be there for you” de “The Rembrandts”, canción de la intro de la famosa serie “Friends”. En la canción se mencionan muchas cosas que te pueden llevar a la frustración, rabia, tristeza…

    Es normal pensar que a veces las cosas no nos salen bien, aunque trabajamos duro para conseguirlas. Lo importante es no estancarnos en ello, decidir qué hacemos con esa situación y ponerle solución. Apóyate en tu círculo de personas que te quieren y sigue esforzándote por conseguir tus metas… Es normal pensar que a veces las cosas no nos salen bien, aunque trabajamos duro para conseguirlas.

  11. 6. Estoy verde de envidia

  12. Aunque querer lo mejor para ti mismo y admirar las posesiones o logros de otros es normal, la envidia puede ser como un veneno que te consume poco a poco. En la actual sociedad en la que vivimos, las redes sociales son un problema añadido. Porque, ¿cómo no voy a envidiar a esa influencer con un cuerpo de 10, una pareja cañón, que encima le pagan por viajar? o ¿cómo no iba a querer ir a restaurantes tan guays como mi amigo Pepe? Te contamos un secreto...

    ¡No todo lo que ves en las redes sociales es real! Su vida no es tan perfecta como parece y tienen tantos problemas como el resto de los mortales, pero lo esconden o retocan. Para poder ser felices tenemos que ser realistas con nuestra situación y con lo que tenemos, tanto a nivel material, como físico o intelectual.

    ¡Debemos aprender a aceptarnos, querernos y sentirnos satisfechos, orgullosos y felices con cómo somos y lo que tenemos!


  13. Me da vergüenza

  14. La vergüenza es el reflejo de la inseguridad que sentimos en ciertas situaciones. Te entendemos, a todos nos pasa. ¿Quién no ha sentido alguna vez vergüenza al hablar en público? Sin embargo, cuando este sentimiento nos lleva a ocultarnos, rechazar oportunidades o nos produce angustia o malestar... se ha convertido en un problema que puede desembocar en algún trastorno del ánimo o de ansiedad. Puede sonar a consejo antiguo pero...la mejor forma de superar un miedo es enfrentarse a él.

    ¿Te da vergüenza hablar en otro idioma? Empieza a practicar con algún amigo de confianza, práctica en casa…

    ¿Te da vergüenza bailar en público? Ve soltándote poco a poco en alguna fiesta, cumpleaños…

    Muchas veces esa vergüenza se debe al miedo que tenemos a la opinión que los demás puedan tener de nosotros...pero, ¡eso no debe paralizarte! Quizá bailar te haga feliz y no lo hagas por vergüenza…¡NO, NO y NO! ¡Tu felicidad y tú vais por delante de cualquier opinión de terceros! ¡Baila hasta que te duelan los huesos y disfruta! Estos son algunos de los sentimientos que más experimentamos los jóvenes. Ahora ya sabes que sentirlos de vez en cuando es algo normal, pero si empiezan a causar malestar o problemas en nuestra vida social, académica, laboral, familiar…es el momento de pedir ayuda.

Técnicas individuales para controlar las emociones

  1. Tomar decisiones y solucionar problemas.

  2. Para enfrentarnos correctamente a un problema, debemos ponerlos a ello. En vez de dejar los problemas para “tu futuro yo”, no le des más vueltas y toma una decisión lógica. Para ello, debes plantearte el problema y entender los pros y contras de cada alternativa. Como nunca hay una solución perfecta, debes elegir la “menos mala” y ponerla en marcha.

  3. Tienes que ser realista.

  4. Para evitar emociones negativas debemos de prever las posibles consecuencias de nuestros actos. Por ejemplo, si no tenemos ninguna experiencia como mecánico de coches, es difícil que consiga el trabajo (¡ser realista no es lo mismo que pesimista!).

  5. Prémiate. Aprende a equivocarte.

  6. Cuando haces bien las cosas tienes que reconocerlo y valorarlo, así como cuando cometes un error tienes que admitirlo, sin culpas y sin pensamientos negativos, pero como parte del proceso de aprendizaje. ¡Equivocarse es humano!

  7. Cuida tu salud

  8. Como ya hemos mencionado, tu salud física está íntimamente ligada a tu salud mental, así que aliméntate correctamente, trata de dormir lo suficiente (en torno a 8h) y mantente activo.

  9. Organízate

  10. Planificar tu horario es fundamental. Pero sé realista, ¡el día solo tiene 24h!

  11. Utiliza herramientas para controlar tus emociones

  12. Practica la relajación habitualmente o lee libros de autoayuda. Aquí te dejamos algunas sugerencias:

    App Quiérete de Cruz Roja es una app gratuita llena de consejos para cuidarte, incluyendo recetas sanas, deporte y cómo controlar tus emociones. También te ayudará a seguir un estilo de vida saludable.

Para practicar la meditación:

  • Xuan Lan Yoga es un canal sobre yoga, meditación y vida saludable.

  • Somos Gaia es una cuenta que ofrece clases de meditación, pilates, yoga y un estilo de vida saludable.

  • Live your Dreams si lo que quieres es meditar sin instrucciones, este canal tiene sesiones de música para que te relajes y practiques la meditación.

  • Audios de Letras Kairós para meditar: suscribiéndote con tu email a su newsletter podrás acceder a los audios de meditación que elijas.

Cuentas en redes sociales que hablan de salud mental:

  • Psicología y Mente ofrece consejos para mejorar tu salud mental de forma atractiva, por ejemplo, con su sección “desmontando el MITO” o sus citas de psicólogos

  • Amanda Bisk es bailarina y profesora de yoga. En su cuenta comparte sus experiencias y habla sobre la importancia del ejercicio y la comida para tener una vida saludable.

  • Cultura positiva te ofrece tu dosis diaria de good vibes. ¡Con sus frases cortas y optimistas te motivará seguro!

  • Walter Riso es un psicólogo experto en terapia cognitiva. En su cuenta habla de la salud mental para aplicarla a tu vida.

  • Silvia Congost es psicóloga y especialista en relaciones, dependencia emocional y autoestima. En su cuenta ofrece consejos y reflexiona sobre la vida.

  • Ana Belén Medialdea es una psicóloga que mediante frases breves y videos cortos habla de salud mental

  • Enpsicopedia es la página perfecta para ti si lo que buscas es aprender más de psicología.

    Hay personas a las que les relaja ver paisajes, escuchar sonidos de la naturaleza o ver a alguien pintar. El caso es que encuentres lo que te gusta a ti. Aquí te dejamos algunas ideas:

  • RailCowGirl es un canal de YouTube con vídeos de un tren que recorre paisajes alucinantes en Noruega.

  • Watercolor by Shibasak es el canal de un artista japonés que se especializa en acuarelas. Verle pintar puede ser muy relajante, ¡y si te animas también puedes hacerlo tú!

  • Love ASMR: Ana Muñoz crea vídeos que afectan a tu Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma, creando una sensación agradable de cosquilleo o de hormigueo en la cabeza, cuello y hombros. ¡Es súper relajante!

A quién acudir.

Lo más rápido y accesible para empezar es acudir al Médico de Atención Primaria. Cuéntale cómo te sientes. Te escuchará y valorará tu situación para derivarte a personal sanitario especialista como el psicólogo y el psiquiatra.

Sin embargo, somos conscientes de que aunque la salud pública ofrece ayuda profesional psicológica de gran calidad, está tan demandada que hay largas listas de espera. Esto hace que su ayuda no sea tan accesible para todos y mucha gente tenga que recurrir a los psicólogos privados cuyas sesiones no son nada baratas y no todo el mundo puede permitirse.

Por ello debemos luchar por una buena calidad asistencial en Salud Mental!
Más recursos, menos listas de espera, atención continuada... ¡Por todos!

Existen además otros recursos a los que puedes acudir:

    Si estás en situación de exclusión social, los Servicios sociales pueden ofrecerte información para acceder a psicólogos especializados en ciertos temas (violencia de género, enfermedades mentales graves....).V

    Y por último, pero no menos importante... existen dos iniciativas gratuitas vía telefónica a las que también puedes recurrir.

    Cruz Roja Te Escucha (900107917), un teléfono para el apoyo y acompañamiento al que puedes llamar de lunes a viernes de 10 a 14h y 16 a 20h.

    El Teléfono de la esperanza (934083856) está disponible las 24h del día, todos los días del año. Ofrecen ayuda urgente además de asesoramiento e intervención profesional, orientación familiar y talleres para crisis específicas en su página web.

Si crees que alguien necesita ayuda, lo mejor que puedes hacer es escucharle y ver qué puedes hacer por esa persona. Pero, ¡recuerda!, tú no estás cualificado para lidiar o resolver ciertas situaciones, y esa puede ser una carga muy pesada para ti. Si esa persona necesita calmar su estrés o ansiedad, puedes recomendarle las técnicas de las que te hemos hablado y practicarlas juntos para acompañarle.

Además, si el problema no se resuelve o pasa a menudo, recomiéndales que hablen con su médico o alguno de los otros recursos que te sugerimos. Es decir, si tu amigo está muy estresado por sus exámenes, podéis ir a dar una vuelta para que se despeje o meditar juntos. Pero si su estrés es recurrente y le está afectando a su salud física y mental es importante que hable con un profesional cualificado en la atención médica y/o psicológica.