¿Alguna vez has jugado a la ruleta? En las películas americanas los casinos aparecen como lugares de diversión infinita, donde la suerte está a la vuelta de la esquina. Pero la realidad no es así, ni tú eres James Bond ni te vas a hacer millonario por apostar 20 euros al rojo. Como dicen, “la casa siempre gana”.

La aparición de las apuestas online, con su anonimato, la posibilidad de jugar las 24 horas del día desde cualquier lugar y la inmediatez de los resultados hacen que el “voy a probar suerte” se repita cada vez más entre los jóvenes.

Lo que comienza siendo un acto de curiosidad y diversión puede convertirse en una necesidad que controlará tu vida.

El juego patológico, también llamado ludopatía, es un trastorno que consiste en jugar y/o apostar de forma descontrolada y continua. Este trastorno cuenta con unas fases muy marcadas y que se repiten con mucha frecuencia. Son las siguientes:

  1. Ganancias iniciales: comenzar, los momentos en los que se gana FUNCIONAN COMO UNOS REFORZADORES SUPERPOTENTES. El "voy a probar suerte" lleva a un "mira qué de pasta estoy ganando". El éxito les hace jugar y apostar más, esto se llama de la conducta.

  2. Pérdidas progresivas:Cuanto más se juega más se puede ganar, sí...pero también hay más probabilidades de perder. Comienzan a tomar protagonismo frases como “no pasa nada, hoy he tenido un mal día”, “yo controlo el juego”, “mi estrategia me hará ganar” o “cuando recupere lo perdido paro”. En esta fase es conveniente pedir ayuda pues se estructura la vida en torno al juego y se deterioran las relaciones personales, los hábitos de vida... en definitiva, empieza a tener un impacto negativo en tu día a día.

  3. Desesperación: es la última fase y la más difícil de revertir. El juego es la mayor preocupación de la persona y ocupa prácticamente todo su tiempo... afectando negativamente a su día a día.


Lo más importante es identificarlo y, ¡cuanto antes mejor! Las fases del trastorno irán poco a poco mostrando síntomas. A continuación te dejamos los más llamativos.

    ECONÓMICOS

  • Deudas.
  • Ventas.
  • Apoyo económico constante de familiares y amigos.
  • Robos.

  • RELACIONES PERSONALES

  • Preocupación excesiva por las pérdidas.
  • Descontrol.
  • Necesidad de jugar cada vez con mayores cantidades de dinero.
  • Inquietud, ansiedad o irritabilidad cuando se detiene el juego o se intenta detenerlo.

  • CONTROL DE IMPULSOS

  • Aislamiento.
  • Problemas en el entorno laboral o académico.
  • Problemas en las relaciones personales (amigos, familia…).
  • Utilización del juego como medio de evasión de los problemas o manejo emocional.
  • Mentiras.

Una vez identificado el problema y reconocido el problema…¡ya has dado un gran paso! A continuación lo más rápido y accesible para empezar es acudir al Médico de Atención Primaria. Cuéntale qué te pasa con tranquilidad y muéstrale tu interés por buscar una solución.

Te escuchará y valorará tu situación para derivarte a algunos médicos especialistas que evaluarán y controlarán tu estado de salud. También te referirá a los Centros de Atención a las Adicciones de tu Comunidad Autónoma, lugares en los que se presta atención personalizada individual o en grupos de forma ambulatoria.

Existen cuestionarios para detección precoz (screening) del juego patológico.

Cuestionario NODS

  1. ¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en las que pasase una gran cantidad de tiempo pensando en sus experiencias con el juego o planificando detalladamente futuros episodios de juego o de apuestas?

  2. ¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en los que pasase mucho tiempo pensando en cómo conseguir dinero para jugar?

  3. ¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en los que necesitaba jugar con cantidades de dinero cada vez mayores, o apuestas mayores que antes, para conseguir la misma excitación?

  4. ¿Ha intentado alguna vez dejar, reducir o controlar su juego?

  5. En una o más de estas ocasiones de intento de dejar, reducir o controlar su juego, ¿se sintió intranquilo o irritable?

  6. ¿Alguna vez ha intentado dejar, reducir o controlar su conducta de juego sin poder conseguirlo?

  7. En el caso de que fuese así, ¿ha sucedido 3 o más veces?

  8. ¿Ha jugado alguna vez como una forma de escapar de los problemas personales?

  9. ¿Ha jugado alguna vez para aliviar sentimientos desagradables como culpabilidad, ansiedad, indefensión o depresión?

  10. ¿Ha tenido alguna vez un período en el cual si perdía dinero en el juego volvía otro día para recuperarlo?

  11. ¿Ha mentido alguna vez a su familia, amigos o a otros sobre cuánto juega o cuánto dinero perdía en el juego?

  12. Si es así, ¿esto ha sucedido 3 o más veces?

  13. ¿Ha extendido alguna vez un cheque sin fondos o cogido dinero que no era suyo de familiares u otra persona para gastar en el juego?

  14. ¿Le ha causado alguna vez el juego problemas graves o repetidos en su relación con algún familiar o amigo?

  15. ¿Le ha producido el juego algún problema con los estudios, como por ejemplo perder clases o días de escuela o suspender algún curso?

  16. ¿Le ha causado el juego la pérdida de un trabajo, tener problemas en el trabajo o no poder aprovechar una oportunidad profesional importante?

  17. ¿Ha necesitado alguna vez pedir dinero prestado a un familiar, o a otra persona, para poder salir de una situación económica desesperada causada en gran parte por su juego?

La valoración se hace según las respuestas afirmativas: si respondes con un sí a una o dos preguntas, eres jugador en riesgo; si respondes a tres o cuatro puntos, jugador problema y cinco o más, jugador patológico.

Cuestionario breve de juego patológico (CBJP) de Fernández-Montalvo, Echeburúa y Báez, 1995. Es una adaptación en español y corta del Cuestionario SOGS, más antiguo que el anterior, pero todavía muy empleado por su brevedad.> de Fernández-Montalvo, Echeburúa y Báez, 1995. Es una adaptación en español y corta del Cuestionario SOGS, más antiguo que el anterior, pero todavía muy empleado por su brevedad.

  1. ¿Cree que tiene o ha tenido alguna vez problemas con el juego?

  2. ¿Se ha sentido culpable por jugar o por lo que le ocurre cuando juega?

  3. ¿Ha intentado alguna vez dejar de jugar y no ha sido capaz de ello?

  4. ¿Ha cogido alguna vez dinero de casa para jugar o pagar deudas?

La valoración se hace según las respuestas afirmativas: si respondes con un sí a dos de las preguntas, hay sospecha de juego patológico.