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Cuando me propusieron
participar con un módulo de comunicación dentro de la dinámica de
inserción para el empleo, ni me lo pensé. Como experta en recursos
humanos y comunicación, veo a diario que una
de las trabas a la hora de encontrar empleo, es que cuanto más tiempo
llevas fuera del mercado, mayor pérdida de habilidades comunicativas.
Ocurre de igual manera si vienes de un ámbito cultural diferente, ya
que las pautas de comunicación efectiva, cambian de unas culturas a
otras. Cuando tú contratas a
alguien, lo mínimo que esperas es poder
comunicarte con él y poder confiar en la persona (además de que, por
supuesto, realice el trabajo con profesionalidad) y para cumplir estas
dos premisas hay dos conocimientos básicos:
Comunicación correcta en el idioma nacional/localComunicación no verbal
efectiva.
Respecto a la primera, me encontré una situación desigual, ya que
muchos de los participantes no tenían un dominio del castellano. Además
de la recomendación del refuerzo de castellano, yo me centré en
aspectos como la vocalización, el tono adecuado, el volumen
adecuado...es decir, en la “forma” de la comunicación oral.
En cuanto a la segunda, les trasladé algunas normas básicas de
comunicación no verbal, muchas de ellas relacionadas con el ámbito
cultural (dar la mano, mirar a los ojos...) y otras dirigidas a captar
el mensaje del cliente y trasladarle al cliente de forma correcta y
efectiva lo que se le quiere contar. Mi metodología viene
derivada del teatro, de la enseñanza desde
dinámicas participativas y lúdicas donde cada uno de ellos puede
trabajar su propia comunicación con la ayuda de los compañeros y
participar en el desarrollo del grupo. La satisfacción de ver cómo
en dos días los participantes habían
modificado algunos de los puntos a trabajar en su forma de comunicarse
fue plena.
Me gustaría agradecer a Cruz Roja por ofrecerme la oportunidad de
colaborar en estos proyectos tan interesantes. . |