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"Mi aspecto ha cambiado mucho en este año. Ya no soy el mismo. Solo espero ser acogido pronto en España o en otro país de Europa" 

Ahmed, de Siria, 27 años, entrenador de fútbol  

 

Vivir en un campo de refugiados y con un futuro sin despejar, puede producir depresión y otras enfermedades de tipo psicológico. La adaptación a las condiciones de vida de los campos es muy difícil para personas que llegaban a Europa escapando del horror de masacres y persecuciones sistemáticas. Ahmed espera el día en el cual poder salir del campo de refugiados y recuperar una vida normal.

 

Es muy normal que en los campos de refugiados se hable de la Liga de Fútbol Española. Todo el mundo la conoce: Barça, Real Madrid, Atlético de Madrid son los equipos que resuenan más en los campos de Grecia.

 

Ahmed (Nombre ficticio, de Siria, 27 años) es entrenador de fútbol profesional, y siente mucha desesperación e impaciencia al no haber encontrado un hogar después de un viaje tan largo. Solo desea encontrar trabajo como entrenador de fútbol, o, trabajo, a secas, continuar con su vida junto a su mujer, y ver crecer a sus hijos en un hogar.

 

"Hace un año tenía mi trabajo como entrenador de fútbol. Huí de mi país con mi mujer y mi hijo pequeño a causa de tanta violencia. Ahora tengo otra hija nacida en Grecia. Mi aspecto ha cambiado mucho en este año. Ya no soy el mismo, los años se me han venido encima. Solo espero ser acogido pronto en otro país de Europa, me da igual cuál, porque si hubiera sabido lo que nos esperaba a mí y a mi familia en este viaje, no habría venido a Europa. Cuando todo esto pase, me encantaría poder seguir entrenando".

 

Ahmed (nombre ficticio) tiene solo 27 años.