Como en otros ámbitos de intervención, también en Cooperación Internacional Cruz Roja se mueve en diferentes niveles de actuación. Las cuatro facetas de su presencia en el mundo son: la Ayuda Humanitaria, la Cooperación al Desarrollo, la Cooperación Institucional y la Educación para el Desarrollo.

Ayuda Humanitaria.

Refugio, alimentos, agua potable, salud y apoyo psicológico… Para prevenir y aliviar el sufrimiento humano derivado de guerras, conflictos y desastres, dando respuesta a las necesidades básicas e inmediatas de las personas afectadas, Cruz Roja se guía por el Código de Conducta Relativo al Socorro en Casos de Desastre, cuya norma fundamental es el deber humanitario.

Cooperación al desarrollo.

Engloba actuaciones a largo plazo, ya que se trata de reducir la pobreza y la vulnerabilidad trabajando en el aumento de las capacidades de las comunidades beneficiarias, para lograr sociedades más justas y equitativas y ayudar con ello a preservar la paz y a prevenir los conflictos y los desastres.

Cooperación Institucional.

En el momento de plantear una intervención en una parte concreta del mundo, fortalecer las correspondientes Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y sus redes locales con recursos humanos, financieros o estratégicos, es una prioridad, ya que de ello depende el resultado de la misión humanitaria.

Educación para el desarrollo.

Ante situaciones tan dramáticas como la que se vive en Darfur, las organizaciones humanitarias no pueden hacer nada por sí solas. Es imprescindible que exista la implicación de todas las personas.  

Cruz Roja dedica grandes esfuerzos a favorecer entre la población general una mejor comprensión de las causas de los conflictos y de la situación de las personas vulnerables, y alentar la toma de conciencia y la participación de la sociedad española en las actividades realizadas para mejorar la situación de las personas vulnerables.