Como voluntaria una siempre realiza varias funciones: colaboro en los espacios de búsqueda activa de empleo, en el Servicio de Mediación Sociolaboral con mujeres en dificultad social, para que sepan como utilizar el ordenador para buscar trabajo, colgar currículos, etc. También colaboro en todo lo que sea trabajo con el entorno, jornadas de difusión, campañas, cartelería… Y como todo el voluntariado de empleo, difundo el programa por donde voy, sobre todo donde puede haber futuras ofertas de empleo (posibles empresas y empleadores/as). Pero indudablemente en el último año, mi función principal ha sido y es el Boletín de Empleo, elaboro las noticias de interés de nuestro trabajo diario para difundir a nivel interno nuestra labor.

Considero que el empleo es la herramienta más necesaria para obtener la igualdad y la inclusión social. Todo ser humano necesita contar con un mínimo de ingresos que permitan que se proyecte en el futuro, sin empleo esto no sería posible.

A nivel personal, comprobar que hay personas capaces de superarse a sí mismas, aun cuando la adversidad les pueda… No hay nada que te llene más que ver una persona que has ayudado a valorarse, a saber ver que tiene capacidades y aptitudes que ni si quiera conocía… ver su mirada llena de ilusiones nuevas, de esperanza… es importante que esta información nos llegue a todos/as, sobre todo al exterior, y por eso el boletín es fundamental y debería dársele mayor difusión.

Hace tiempo que aprendí que en esta vida nada es como una se lo esperaba. Pero sí es una novedad ver cómo en Cruz Roja cualquier situación que a priori parece imposible, va tomando forma, muchas veces gracias a la colaboración de otros planes. Si de algo estoy convencida es del equipo de compañeros y compañeras que hay detrás, siempre con una disponibilidad inusual, con un compromiso extremo. Siempre se le busca salida a los problemas de una u otra forma.

Inmigrantes regularizados/as y mujeres en dificultad social (mayoritariamente víctimas de violencia machista) y sobre todo, con los/as técnicos/as y voluntariado del plan de empleo, pues al dedicarme al boletín, los/as entrevisto para recopilar información. Siempre les estoy dando la lata y por añadidura les complico más el trabajo diario pidiendo noticias de interés que publicar.

Sería injusta si no dijera que esta pregunta es reiterativa, porque para mí lo más destacado son los resultados, por poco que sean, siempre pueden cambiar la actitud de una persona y eso es el primer paso para andar el largo camino que le espera en el mundo laboral. Todo ser humano precisa sentirse seguro y sin las herramientas que te preparen para desempeñar un trabajo no existe esa seguridad vital.

Lo dije antes y lo repito, en el fondo a veces me siento muy egoísta porque ver la cara de felicidad en los otros, hace que una se sienta mejor persona. Sin embargo hay algo que también quiero destacar y es la labor de equipo, como también dije anteriormente, solos no podemos hacer nada, pero teniendo un equipo multidisciplinar detrás, una aprende día a día y eso repercute en el crecimiento personal, sin lugar a dudas.

No podría valorar esto porque mi colaboración es mínima, quienes están con estas personas en todo el seguimiento son los/as técnicos, quienes me consta se desviven a veces más allá de su responsabilidad laboral porque aquí no hay horario que valga, no se trabaja con productos, sino con personas. Bien es cierto que mirando las memorias anuales puedo sentirme orgullosa de pertenecer al programa.

En algunos casos sí, porque como trabajo en voluntariado, algunos/as se quedan a colaborar con la institución pasando al voluntariado de manera que nos convertimos en compañeros, otras veces porque directamente pasan a verme para saludar, y, en las peores veces, porque necesitan acudir a otros programas de Cruz Roja Española en Las Palmas, y digo peores, porque esto supone muchas veces, que su situación se ha complicado, ya sabes, “reveses de la vida”.

Quizá destacaría la entrevista que realicé a una señora que sufrió violencia machista, malos tratos por parte de su madre, la justicia le quitó a su hijo menor… y a pesar de ello, salió para adelante. Tuve la suerte de conocerla un año antes de la entrevista, le ayudé a familiarizarse con un ordenador y perder el miedo a la informática. Entonces era muy insegura, mantenía la mirada tímidamente y hablaba lo justo para mantener una comunicación… el día de la entrevista me encontré con otra mujer diferente, alegre, segura de sí misma, con una sonrisa de oreja a oreja y con muchas ilusiones de cara al futuro. Había superado sus miedos, estaba en vías de recuperar a su hijo y había sido capaz de enfrentarse a su ex pareja por la calle sin retirarle la mirada. Esa es una experiencia que hace que valga la pena arrimar el hombro cuando se pueda…