La experiencia de cuidar es distinta para cada persona, ya que en ello incide, en qué situación personal se encuentra, a quién se cuida, por qué motivo, cuál es la relación, qué grado de dependencia tiene, etc.

Esta nueva realidad implicará la aparición de cambios en el entorno familiar, en el trabajo, la economía, el tiempo libre, en el estado de salud propio, etc. Por todo ello, es importante y recomendable, valorar lo antes posible la nueva situación e intentar encontrar estrategias de cuidado que favorezcan tanto a la persona dependiente como a la propia familia. Consensuar en el mayor grado posible las decisiones que se deban adoptar y compartir las preocupaciones que puedan surgir de esta nueva situación, favorecerá la aparición de situaciones futuras y conflictos familiares.