4º relato participante en la iniciativa #DíadelLibro de SerCuidadorA
No quiero hablar de la enfermedad del Alzheimer, porque algunos ya la conocéis bien por vuestra profesión de médicos y otros por vuestra condición de cuidadores con personas que padecen esta enfermedad, lo que puede suceder en el espacio de tiempo que va desde que se presenta la enfermedad hasta el momento que la persona se puede hacer agresiva
Yo tengo a mi esposa con principio de Alzheimer desde hace tres años y siempre la he visto cariñosa, alegre, habladora y simpática como es ella conmigo y con todas las personas que la conocen, pero a partir de este año pasado es cuando he notado que algo la estaba sucediendo en este caso para bien, se ha mostrado más cariñosa que de costumbre conmigo, ya que en este tiempo que ha trascurrido, en cualquier momento del día me dice que me quiere mucho varias veces al día y no he contado las numerosas veces que me da besos.
También es obvio que la he encontrado digamos un poco más espesa en la comunicación y distraída en la cocina, aunque quiero quedarme con la primera situación, si esta segunda es un poco peor.
Ante esta situación, tan bonita y agradable para mí, yo me pregunto, si esto no será una reacción contraria a la acción de ser agresiva en estas personas con Alzheimer y que también se pudiera dar en estas primeras fases de la enfermedad.
Yo lo que si os puedo decir y os repito que mi esposa siempre ha sido cariñosa y doy gracias a Dios por ello y le pido que durante el tiempo la dure esta enfermedad sin cura, que siga a si besándome y diciéndome te quiero todo el tiempo que quiera de mi vida.
Firmado: Miguel de Madrid