Los niños
salen de la escuela gritando y saltando en todas las partes
del mundo. También en el campo de refugiados de Zam
Zam. Entramos en la pequeña escuela cuando en su
interior sólo quedan algunos rezagados, como Samuel.
Nos sonríe con curiosidad. La profesora nos explica
que le gusta mucho dibujar. Nos enseña un dibujo
de cuando era más pequeño: un vehículo
de camuflaje con ruedas multicolores que dispara ráfagas
de metralleta. Eso fue antes del acuerdo de paz de 2004.
Pero Samuel no sabe nada de esa paz. Sus dibujos actuales
no pueden ser muy diferentes a éste: hombres armados
atacan y queman su aldea, aterrorizan a su familia, matan
a su padre, destruyen las cosechas, roban las cabras. Miedo,
esconderse, huir… Samuel se ha pasado sus 10 años
de vida en guerra.
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