Últimamente la palabra sostenible se utiliza en exceso, a veces de una forma indiscriminada. Pero en tiene un significado muy claro: ¿Será este proyecto sostenible? ¿Funcionará cuando nos vayamos? O lo que es lo mismo: “¿Cómo se las van a arreglar cuando no estemos?” Esa es la pregunta que se hacía Carmen ante los proyectos que como delegada de Cruz Roja Española en había venido a desarrollar. Porque construir un pozo e instalar fuentes públicas estaba muy bien, pero: ¿Cómo garantizar su continuidad en un país sin recursos, que vive al día? ¿Cómo pagarán el gasoil para la bomba que extrae el agua? Carmen pensó en un sistema de bombeo solar. La medida fue aclamada por los usuarios -“¡Agua sin pagar!”-, pero acogida con incredulidad por las personas relevantes de la región. Aún así, Carmen siguió adelante. Y funcionó... no sólo el pozo, sino algo más profundo. Tuvo la certeza cuando uno de los escépticos le solicitó un dispositivo solar similar para el pozo de su población.
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